Mons. Oscar Sarlinga tuvo allí algunas referencias históricas, religiosas y
pastorales dignas de ser tenidas en cuenta en este "camino hacia los 400 años" de Santiago del Baradero.
Puede ver el artículo periodístico en el siguiente link de AICA:
http://www.aicaold.com.ar/
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| El prelado en las fiestas patronales |
Recostada sobre el río Paraná, la ciudad bonaerense de Baradero amaneció el miércoles 25 de julio con aires de fiesta. Era el día de su santo Patrono, el Apóstol Santiago. Para dar más brillo a las celebraciones se hizo presente el obispo de Zárate-Campana, monseñor Oscar Domingo Sarlinga, quien presidió la Eucaristía.
Las patronales fueron precedidas por una novena preparatoria que se inició el lunes 16, cuando el párroco, presbítero Jorge Rittaco, y el capellán de la penitenciaría Nº 11, presbítero Pablo Iriarte, visitaron dicha comunidad donde celebraron la Misa con los presidiarios.
El martes 17 se rezó por los educadores de la comunidad, el miércoles 18 por la vocaciones sacerdotales y religiosas, el jueves 19 por las familias, el viernes 20 por los enfermos, con la administración de la Unción de los Enfermos, el sábado 21 por los ancianos y el domingo 22 por los jóvenes. Ese día se realizó una marcha de jóvenes con antorchas y bombos por las calles de Baradero. El lunes 23 se rezó por los misioneros y el martes por los catequistas.
Junto con estas celebraciones un grupo de peregrinos hizo la caminata Baradero-Portela, Portela-Coloma, Coloma-Alsina, Alsina-Baradero, 4 días de marcha con paradas en todos los pueblos, donde en cada parada se celebró una misa y se realizó un fogón.
El miércoles 25, fiesta del Apóstol Santiago, a las 10 se realizó una procesión encabezada por monseñor Sarlinga, al cabo de la cual se abrió la “puerta santa” del año jubilar parroquial, por la que se ingresó al templo donde el obispo diocesano presidió, a las 11, la celebración eucarística.
Oración a Santiago de Baradero
Durante las celebraciones llamó la atención el recitado de una oración que, además de plegaria, es el relato de la propia historia de Baradero. He aquí su texto:
“Dios nuestro, creador de todas las cosas en beneficio de los hombres, nosotros estamos hoy aquí porque creemos que eres el Señor de la historia. Sabemos que Tú te hiciste presente entre nosotros por medio de los hechos que hoy celebramos. Nos diste el azul del cielo, las barrancas hermosas, el río que nos dio nombre, la isla abierta, el campo verde y fecundo donde vivieron felices los primeros habitantes de esta zona, que se llamaron Chaná y Mbiguy. Tras el asombro por la llegada de los extranjeros, nació la confianza; entonces americanos y españoles quisieron ser un solo pueblo.
“La fundación iniciada por Hernandarias, es secundada por el padre Arenas, y respaldada por la confianza que inspiraba Bartolomé, cacique auténtico de nativos. Este pueblo en marcha es evangelizado y organizado por Fray Luis de Bolaños, peregrino y misionero incansable.
“Desde el 25 de julio de 1615, Baradero queda bajo el patronazgo del Apóstol Santiago y crece sin detenerse. La estrella del Apóstol brilla en el cielo de Baradero y anima el esfuerzo constante de todos sus hijos.
“Santiago Apóstol, te agradecemos porque iluminaste el camino de los primeros colonos suizos que desembarcaron aquí en 1856 y tras ellos, muchos hombres y mujeres regaron con sudores los surcos abiertos y levantaron las fábricas.
“Nativos y españoles, suizos, franceses e italianos; germanos, eslavos e irlandeses y todos los que quisieron venir se unieron, dejándonos la responsabilidad de que Baradero sea siempre ‘la ciudad del encuentro’ y la cordialidad con todos, sin distinción de clases, ideas, razas o religiones, porque de esa forma nos reunimos en el amor a los demás que nos hizo nacer como reducción, crecer como pueblo, organizarnos como colonia agrícola, y proyectarnos como ciudad pujante hacia un futuro promisorio.
“Nos sentimos en deuda con los peones incansables, las madres abnegadas, los obreros conscientes, los empresarios creativos, las autoridades lúcidas, los ciudadanos libres, los docentes silenciosos, los jóvenes entusiastas y tantas miles de personas, algunas conocidas, otras sin rostros y sin nombres, que nos dieron con sencillez lo mejor de si mismos. Por eso te damos gracias, Dios nuestro.
“Te pedimos por intercesión de Santiago del Baradero, nuestro patrono, que nos protejas y nos muestres tu amor. Mira con bondad al obrero y al campesino, al médico y al enfermo, al profesional y el empleado, a los presos y perseguidos, a los niños y ancianos, a los varones y mujeres, a aquellos de quienes nadie se acuerda.
“Enséñanos a comprender y amar sin barreras, para que lo de ‘ciudad del encuentro’ no sea solamente un nombre, sino un estilo de vida. Te rogamos que el trabajo de todos, el amor hacia todos y la justicia para todos, nos den a todos paz y felicidad.
“Dios nuestro, Señor de la historia, que te mostraste a nosotros en esta historia, recibe la oración que te dirigimos, por medio del Apóstol Santiago. Amén.+
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