Véase:
http://www.campananoticias.com/noticia_amp.php?id=7898


Se desarrolló en Río Luján y contó con la realización de una procesión, la misa presidida por el vicario general, Mons. Edgardo Galuppo, en representación del Obispo Mons. Oscar Sarlinga, y concelebrada por el cura párroco de Los Cardales, Pbro. Claudio Caruso. Los tradicionales costillares y los show folklóricos, también dijeron presentes para homenajear a la Virgen.
La imagen de la Virgen del Canchillo fue hallada hace ya 30 años.
El pasado lunes y pese a las difícil condiciones climáticas que aquejó a la ciudad, Río Luján celebró una nueva Fiesta de la Virgen del Canchillo, que congregó a más de 3.000 personas.
Como todos los años, acompañando a los fieles religiosos, se hicieron presentes el Secretario de Gabinete, Lic. Oscar Trujillo, la Presidente de la entidad fomentista, Ana Cesan, la Coordinadora General de Turismo municipal, Beba Labarthe, junto a la Comunidad.
La procesión partió desde la Oficina de Turismo, seguida por gran número de fieles que desplegaron una Bandera Argentina en honor a la fiesta Patria y agrupaciones gauchescas que con sus caballos le pusieron el toque distintivo de esta fiesta que ya forma parte de la tradición campanense.
La Misa, celebrada por el Vicario General Edgardo Galuppo, el Párroco de Cardales Claudio Caruso, y asistida por los Diáconos Regio y Gallo, emocionó por la calidez del sermón. Noelia Martínez interpretó una canción dedicada a la Virgen del Canchillo, compuesta por Ana María Ponds.
Luego de la misa, se dio comienzo el almuerzo con un delicioso asado a la cruz, que los parroquianos disfrutaron mientras escuchaban a los artistas invitados en esta ocasión: Las Voces Campedrinas, Noelia Martínez, La Tropical Barrientos, en el predio que cede la familia Caivano para esta celebración, y el cierre de alto nivel a cargo de La Chacarerata Santiagueña.
La zona del hallazgo, comprendida en el bajío ribereño del Río Luján, es una zona inundada periódicamente por el río, despoblada hasta la actualidad y utilizada desde tiempos inmemoriales para el pastoreo de ganado.
El entorno de lo que hoy es el poblado de Río Luján cuenta en la actualidad con menos de dos centenares de habitantes y fue conocido en otros tiempos como “Rincón del Canchillo”. Incluso ese fue el nombre de la actual calle Estrada hasta bien entrado el siglo XX.
Ese nombre tiene su origen en el nombre de uno de los vecinos linderos de la Estancia “Rincón de Campana”, en la que los hermanos Luis y Eduardo Costa crearon nuestro pueblo. Su nombre, Juan de Melo, según los documentos de la época, “alias Canchillo”.
En el ya lejano siglo XVIII, el Capitán Melo era dueño de una estancia vecina, en lo que hoy es la zona de Río Luján. Allí, además de una estancia dedicada especialmente a la cría de ovejas, vacas y caballos, poseía una capilla, un oratorio dedicado a Nuestra Señora del Rosario.
El inventario que se realiza en 1755, con motivo del deceso de Juan de Melo (alias “Canchillo”), detalla la existencia de la casa principal, 9 esclavos negros y mulatos, las cabezas de ganado, algunos arados viejos y del oratorio y se encuentra en los archivos de Santo Domingo.
La imagen de madera, según especialistas en arte colonial, a los que el Historiador Profesor Oscar Trujillo pudo consultar, puede corresponder a la advocación de Nuestra Señora del Rosario, identificada con facilidad por estar presente ese objeto del culto mariano en la escultura.
La presencia de este tipo de imágenes se corresponde con la actividad docente que muchas órdenes religiosas realizaban, siendo por demás conocida la tarea de los artistas aborígenes que trabajaban distintas ramas de las artes plásticas en las misiones jesuíticas. Podría tratarse de una copia que estos aprendices realizaban al amparo de un artista maestro. La Orden de Santo Domingo también producía imágenes similares.
La imagen de la Virgen del Canchillo fue hallada hace ya 30 años.
El pasado lunes y pese a las difícil condiciones climáticas que aquejó a la ciudad, Río Luján celebró una nueva Fiesta de la Virgen del Canchillo, que congregó a más de 3.000 personas.
Como todos los años, acompañando a los fieles religiosos, se hicieron presentes el Secretario de Gabinete, Lic. Oscar Trujillo, la Presidente de la entidad fomentista, Ana Cesan, la Coordinadora General de Turismo municipal, Beba Labarthe, junto a la Comunidad.
La procesión partió desde la Oficina de Turismo, seguida por gran número de fieles que desplegaron una Bandera Argentina en honor a la fiesta Patria y agrupaciones gauchescas que con sus caballos le pusieron el toque distintivo de esta fiesta que ya forma parte de la tradición campanense.
La Misa, celebrada por el Vicario General Edgardo Galuppo, el Párroco de Cardales Claudio Caruso, y asistida por los Diáconos Regio y Gallo, emocionó por la calidez del sermón. Noelia Martínez interpretó una canción dedicada a la Virgen del Canchillo, compuesta por Ana María Ponds.
Luego de la misa, se dio comienzo el almuerzo con un delicioso asado a la cruz, que los parroquianos disfrutaron mientras escuchaban a los artistas invitados en esta ocasión: Las Voces Campedrinas, Noelia Martínez, La Tropical Barrientos, en el predio que cede la familia Caivano para esta celebración, y el cierre de alto nivel a cargo de La Chacarerata Santiagueña.
La zona del hallazgo, comprendida en el bajío ribereño del Río Luján, es una zona inundada periódicamente por el río, despoblada hasta la actualidad y utilizada desde tiempos inmemoriales para el pastoreo de ganado.
El entorno de lo que hoy es el poblado de Río Luján cuenta en la actualidad con menos de dos centenares de habitantes y fue conocido en otros tiempos como “Rincón del Canchillo”. Incluso ese fue el nombre de la actual calle Estrada hasta bien entrado el siglo XX.
Ese nombre tiene su origen en el nombre de uno de los vecinos linderos de la Estancia “Rincón de Campana”, en la que los hermanos Luis y Eduardo Costa crearon nuestro pueblo. Su nombre, Juan de Melo, según los documentos de la época, “alias Canchillo”.
En el ya lejano siglo XVIII, el Capitán Melo era dueño de una estancia vecina, en lo que hoy es la zona de Río Luján. Allí, además de una estancia dedicada especialmente a la cría de ovejas, vacas y caballos, poseía una capilla, un oratorio dedicado a Nuestra Señora del Rosario.
El inventario que se realiza en 1755, con motivo del deceso de Juan de Melo (alias “Canchillo”), detalla la existencia de la casa principal, 9 esclavos negros y mulatos, las cabezas de ganado, algunos arados viejos y del oratorio y se encuentra en los archivos de Santo Domingo.
La imagen de madera, según especialistas en arte colonial, a los que el Historiador Profesor Oscar Trujillo pudo consultar, puede corresponder a la advocación de Nuestra Señora del Rosario, identificada con facilidad por estar presente ese objeto del culto mariano en la escultura.
La presencia de este tipo de imágenes se corresponde con la actividad docente que muchas órdenes religiosas realizaban, siendo por demás conocida la tarea de los artistas aborígenes que trabajaban distintas ramas de las artes plásticas en las misiones jesuíticas. Podría tratarse de una copia que estos aprendices realizaban al amparo de un artista maestro. La Orden de Santo Domingo también producía imágenes similares.
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