CON UN LLAMADO A LA SANTIDAD SACERDOTAL Y AL SENTIDO DEL MATRIMONIO FORMADO POR UN VARÓN Y UNA MUJER, CONSTITUTIVO DE LA FAMILIA Y DE LA «CIVILIZACIÓN DEL AMOR»
Campana, viernes 11 de junio, a las 17.
Recordó también la necesidad de proseguir sin cansarse la tarea de construir la civilización del Armor, y citó de nuevo a Juan Pablo II cuando dijo que “(…) la familia, cuando vive plenamente las exigencias del amor y del perdón, se convierte en baluarte seguro de la civilización del amor y en esperanza para el futuro de la humanidad”[6].
“No podemos perder de vista el promover este bien tan precioso, tan necesario e indispensable, patrimonio de la humanidad entera”, dijo, trayendo a colación que el Papa Benedicto XVI recogía esa misma preocupación, al advertir que “(…) los pueblos, para dar un rostro verdaderamente humano a la sociedad, no pueden ignorar el bien precioso de la familia, fundada sobre el matrimonio., es el fundamento de la familia, patrimonio y bien común de toda la humanidad. Así pues, la Iglesia no puede dejar de anunciar que, de acuerdo con los planes de Dios (cfr. Mt 19,3-9), el matrimonio y la familia son insustituibles y no admiten otras alternativas”[7].
Al término de la celebración, haciéndose eco del encendimiento de la “luz de la fe” que hiciera la diócesis al clausurar el Año Paulino Jubilar, en la iglesia de San José de los Peregrinos, en el predio de Schoenstatt, en 2009, el Obispo y los sacerdotes encendieron una vela a la imagen del Sagrado Corazón (a cuyos pies se encuentra enterrado el recientemente fallecido primer Obispo de la diócesis, Mons. Alfredo Mario Esposito), pidiendo al Señor las luces para el sacerdocio ministerial, la fidelidad en el Amor, y el afianzamiento y la unidad de las familias.
Notas:
[1]Ver en: http://www.aica.org/index.php?module=displaystory&story_id=21746&format=html; o bien en : http://oscarsarlinga.blogspot.com/2010/05/solemnidad-de-pentecostes-mensaje-del.html).
[2] (Cf http://www.aica.org/docs.php?id=384).
[3] Cf CONC. ECUM. VAT. II, Const. pastoral sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes, 52.
[4] "La alianza matrimonial, por la que el varón y la mujer constituyen entre sí un consorcio para toda la vida, ordenado por su misma índole natural al bien de los cónyuges y a la generación y educación de la prole" (CIC, c. 1055)
[5] Cf JUAN PABLO II, Exhortación apostólica «Familiaris consortio» al episcopado, al clero y a los fieles de toda la Iglesia sobre la misión de la familia cristiana en el mundo actual. Introducción, n. 1 (“La Iglesia, consciente de que el matrimonio y la familia constituyen uno de los bienes más preciosos de la humanidad, quiere hacer sentir su voz y ofrecer su ayuda a todo aquel que, conociendo ya el valor del matrimonio y de la familia, trata de vivirlo fielmente; a todo aquel que, en medio de la incertidumbre o de la ansiedad, busca la verdad y a todo aquel que se ve injustamente impedido para vivir con libertad el propio proyecto familiar. Sosteniendo a los primeros, iluminando a los segundos y ayudando a los demás, la Iglesia ofrece su servicio a todo hombre preocupado por los destinos del matrimonio y de la familia”).
[6] Id. Mensaje de Juan Pablo II a un congreso en el 20 aniversario de la «Familiaris consortio», Ciudad del Vaticano, 22-XI-2001, n. 5.
[7] BENEDICTO XVI, Carta al Card. López Trujillo, Presidente del Consejo Pontificio para la Familia, Ciudad del Vaticano, 17 -V-2005.
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